jueves, 31 de octubre de 2013

NICOLÁS PERTUSATO.



Nicolás Pertusato, también conocido en palacio como Nicolasillo Pertusato, era un italiano que nació en Alessandría della Plagia en 1643 o 1644. La incertidumbre sobre su nacimiento se debe a su padre, que quería ocultar su verdadera
edad. Es el personaje principal de esta historia. Murió en 1710 y dejó dicho, antes de morir, su deseo de que en su sepultura apareciera esta frase: Spero in Te.

Nicolás era un pequeño de unos seis o siete años de edad. Era tímido, pero a la vez muy decidido, valiente y prudente.

Su madre murió en su parto. Su padre lo odiaba por la enfermedad de enanismo que su hijo padecía y porque debió de ver en él la causa de la desgracia de la muerte de su esposa. Por esto lo mandó a España como sirviente.

Desde que llegó a España, apenas recuerda nada de lo que le ocurrió anteriormente, solo, según le contaron, que su madre murió en su nacimiento. No podía recordar ni siquiera el rostro de su padre, pero el de Marina, la mujer que lo cuidaba por aquel entonces.

En los años siguientes, aprendió español tan rápido y tan bien, que las personas lo conocían por su inteligencia, memorizó una gran cantidad de versos y se convirtió en el criado de los Reyes. Conoció a una joven llamada Bárbara Asquín, a la que todos llamaban Maribárbola, con la que tenía mucha amistad. También, recibió la orden de que debería vivir con Velázquez, famoso pintor que había conocido anteriormente, hasta que terminara el cuadro que estaba pintando donde él iba a aparecer.

El paso de los años hizo que pronto se fuera uniendo a los criados de Su Majestad, recibiendo en poco tiempo mercedes que otros tardaban años en conseguir y algunos ni siquiera alcanzaban en toda su vida.

Antes de que Velázquez muriera, Nicolás realizó para él una labor muy importante que aquel le había pedido: ir al lugar de palacio donde estaba el cuadro que había pintado y que le situase sobre su pecho la Cruz de Santiago, de manera que pudiera romper el pacto que tenía con Nerval.


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