domingo, 19 de enero de 2014

Biografía de Frankestein.

Víctor Frankenstein era un chico rubio, de mediana estatura, y ojos claros. Vivía en Ginebra. Había crecido en una familia numerosa, muy culta y feliz. Era un chico curioso, a los 13 años ya se estaba interesando por las ciencias y la naturaleza. La familia tenía recogida a una niña llamada Elizabeth Lavenza, que fue la persona más importante de Víctor en su vida. Creció jugando con ella, con su cariño, y tenían una relación muy estrecha. Víctor se llevó enamorado de ella desde que la conoció hasta el día de su muerte, igual que ella. Tenía un incondicional amigo desde el comienzo de la escuela, se llamaba Henry Clerval. Cuando tuvo edad para decidir escoger lo que debería estudiar, decidió ir a Inglaterra, Ingolstadt, para estudiar "filosofía de la naturaleza", como antes lo llamaban. Dejó atrás a la familia y amigos, a su amada Elizabeth, pero tenía que hacerlo. Su pasión por eso de descubrir qué eran la vida y la muerte le empujaba a aprender, a saber. Después de dos años estudiando, decidió volver a Ginebra con su familia. Pero en esos días descubrió lo que eran la vida y la muerte realmente, y se planteo el reto de crearla el mismo. Después de meses uniendo miembros del cuerpo, huesos, venas, arterias, una noche creyó por finalizada su obra. Sin darse cuenta, esa noche había creado la criatura que le arruinaría la vida totalmente. Era un monstruo de dos metros y medio, con una cabeza feísima, notablemente desproporcionada al cuerpo. Las extremidades de distintos tamaños... incluso a su propio creador le daba miedo su obra. Víctor cayó preso de las más altas fiebres, delirios y desvaríos. Henry Clerval, su amigo desde la infancia, cuidó de él un par de meses hasta que estuvo bien. Era el único que sabía lo que había ocurrido, el único que conocía a ese monstruo aparte de su creador. El monstruo desapareció, Víctor estuvo más tranquilo en su ausencia. Se comunicaba con su familia por carta. Cuando estuvo recuperado leyó una de su padre de hacía unos días. Decía que su primo había muerto y su familia estaba en una tremenda depresión, debía volver cuanto antes. Cuando llegó a Ginebra se encontró con que su pequeño primo de cinco años había sido asesinado. Había pruebas que delataban a Justine, una acogida de la familia. Nadie podía creerlo, había sido tan buena siempre... Y efectivamente no había sido ella, Víctor sabía que había sido el monstruo. Aún así dejó que la condenaran a muerte por tal de que no lo tomaran a él por loco. Su familia se vio sumergida en la tristeza durante mucho tiempo. Varios fallecidos, algunos con peligrosa salud... Y todo culpa de Víctor, que había originado al monstruo. Un día, en las montañas, Víctor estaba huyendo buscando un poco de paz, y se encontró al monstruo. Éste le contó que se sentía solo, que su odio por todo provenía de que todos le odiaban a él solo por su aspecto. Prometía dejar a su familia en paz si Víctor le creaba una compañera para que fueran los dos felices, o su ira se seguiría propagando por sus seres queridos. Frankestein accedió. Y viajó hasta una casa en cerca a un acantilado, dónde encontró tranquilidad para realizar su segunda y horrible obra. Al cabo de unos meses cuando casi había terminado, una noche, terminando su jornada, vio la sombra del monstruo en su ventana. De repente comenzó a destrozar lo que estaba haciendo, no pensaba crear otro monstruo como ese. Le había dicho que quería una compañera para ser felices juntos y no molestar a nadie pero, ¿y si no se gustaban? O peor, ¿y si su raza se propagaba por la Tierra? No, no podía hacerlo. Decidió enfrentarse a él y matarlo. El monstruo al ver lo que Frankestein había hecho, entró en la casa para amenazarle. Le dijo que como no había hecho lo que le pidió, se aguantara con las consecuencias. Y se marchó. Volvió a casa, tratando de ocultar sus nervios. Su padre le comentó sobre cuando se iba a realizar la unión con Elizabeth, y acordaron una fecha. Todo iba bien, sospechosamente bien. Los preparativos de la boda, de la luna de miel, era perfecto. Se casaron, y se fueron de viaje. Cuando llegaron a su destino, Víctor estaba muy aterrado. Era tan raro, Elizabeth no sabía nada, no se lo podía contar, y sabía que algo había de pasar. Cuando Elizabeth se quedó en el cuarto, decidió dar unas vueltas por la casa, por si encontraba al monstruo. De pronto escuchó un grito, fue corriendo al cuarto y encontró a su amada sin vida, asesinada por el monstruo. Todo su mundo se había derribado completamente. Corrió a contarle esto a la única familia que le quedaba, su padre y su hermano. Su padre no puedo soportar esto y su salud empeoró mucho. A los dos días murió. Víctor juró encontrar al monstruo y eliminarlo. Persiguiendo al monstruo, se encontró en el polo norte. Allí el hielo los separó. Frankestein murió sin haber cumplido su promesa.

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