miércoles, 30 de octubre de 2013

EL PALACIO DE LA MEDIANOCHE

Os voy a hablar del personaje Lahawaj Chandra Chatterghee de mi libro, El Palacio de la Medianoche, aunque lo que relate sea muy largo, es todo necesario, su historia es muy larga. Lahawaj era un hombre sencillo y de gran talento, un joven ingeniero en quien todo eran promesas, pero que llevaba desde la infancia una pesada carga sobre sus espaldas, un secreto que habría de llevarle a la muerte a él y a otros muchos. Chandra Chatterghee fue siempre un soñador, un hombre poseído por una visión de un futuro mejor y más justo para su gente. Su sueño era poder dotar de un instrumento de progreso y de riqueza a la nación; un instrumento para abrir nuevas rutas entre las ciudades, nuevos enclaves y nuevos caminos hacia el futuro de las familias de la India. Siempre soñó con un invento de hierro y fuego: el ferrocarril. Pero la sombra de su pasado se encontraba muy cercana a él y venían a cobrar su precio. Arthur Llewelyn era un coronel del ejército británico, que tenía una larga carrera basada en matar vidas inocentes para conseguir lo que quería, dinero y poder, básicamente, en mi opinión, son dos objetivos innecesarios para una vida normal... pero él deseaba más. No tardó en darse cuenta del talento que tenía Chandra, e intentó bloquear todos sus proyectos trazando un círculo negro a su alrededor evitando que ninguna empresa lo contratara, así llamaría a su puerta y él estaría encantado de contratarle. Le propuso realizar todo tipo de obras para el ejército, puentes, líneas ferreas... pero los rechazó. Con el tiempo, el círculo de Llewelyn se relajó y trabajó de nuevo en su obra cumbre. Al pasar los años, el coronel retomó su cólera. Su carrera estaba en peligro y necesitaba urgentemente un golpe de efecto; su solución era clara: presionar a Chandra, pero esta vez con otras ramas. Investigó los crímenes que había cometido Jahawal. Cuando Chandra estaba más comprometido que nunca en su proyecto de Jheeter's Gate, intervino, amenazándole con revelar la verdad si no creaba para él un arma nueva, un instrumento de represión mortífero y capaz de acabar con todos los disturbios que pacifistas e indipendientistas sembraban en el camino de Llewelyn. Cedió, y ese fue el nacimiento del Pájaro de Fuego, una máquina que podría convertir una ciudad o una aldea en un océano de llamas en cuestión de segundos. Chandra tuvo que diseñar paralelamente los proyectos del ferrocarril y del Pájaro de Fuego, con la constante presión de Llewelyn, a quien la codicia y la desconfianza que empezaba a inspirar en sus superiores amenazaban con ponerle en evidencia. Chandra comprendió que la caída de Llewelyn por su propio peso era sólo cuestión de tiempo y jugó con él. Le hizo creer que le entregaría el protecto antes de lo previsto. Pero esa actitud sólo impacientó a Llewelyn y pulverizó la cordura que le quedaba. En 1915, un año antes de la inauguración de Jheeter's Gate y la línea que partía de ella, Llewelyn ordenó una matanza de gentes desarmadas sin justificación posible y fue expulsado del ejército británico tras un escándalo que llegó hasta los oídos de la Cámara de los Comunes. Su estrella ya no brillaría nunca más. Ahí comenzó su locura. Pronto Chandra recibió amenazas de muerte para él y su esposa embarazada si no le entregaba el Pájaro de Fuego. Chandra tenía que manejar esta situación con sumo cuidado. Tendría que pactar con Llewelyn. Dos días antes de la inauguración de la estación de Jheeter's Gate, su esposa Kylian dio a luz dos gemelos, Ben y Sheere. Para la noche de la inauguración se había preparado un viaje simbólico transportando a 360 niños a orfanatos en otras partes de la ciudad. Chandra planeo una estrategia para que Llewelyn no se saliera con la suya pero este se le adelantó por si pasaba esto y secuestro a Kylian y a sus hijos. Cuando Chandra intentó matarlo dentro de la locomotora, Llewelyn le dijo lo de su esposa y no tuvo más remedio que entregarle el Pájaro de Fuego, pero a Llewelyn no le bastó. Ató a Chandra a la locomotora y delante suya, le hincó a su esposa un cuchillo en el cuello y la dejó desangrarse colgándola de una soga en lo alto de la estación. Cuando Chandra estaba atado a aquella locomotora ya sabiendo que iba a morir, que su esposa había muerto y que sus hijos tendrían un paradero desconocido, le paso toda su vida por los ojos. Se crió en lo que se llamaría un manicomio, ya que nació y solo tenía su madre, y se suicidó delante suya prendiéndose fuego cuando solo tenía 6 años, desde ese momento ingresó en este "manicomio", rodeado de gente que decían ser demonios, dioses, ángeles... Cuando salió de allí, no había visto otra cosa que horror y miseria. Llamémosle "parásito" a aquello que se inflitró en la muerte de Chandra y le hicieron cometer tantos delitos. Dejó de cometerlos cuando llegó Kylian y le sacó de aquello, y ahora la estaba viendo morir, su pedestal se había desmoronado. Cuando las llamas prendieron toda la estación y el ferrocarril, el espíritu de Chandra juró volver de la muerte, volver como un ángel de fuego, destructor y portador de venganza. Buscaba a sus hijos para elegir a uno de ellos, y meterse en su cuerpo para poder vivir, al otro, decidiría matarlo. Pero al final sus dos hijos consiguieron derrotarlo, consiguieron que volviese del infierno de donde provenía.

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