Jacob Marley, nació en 1812, en Londres. Vivía
en una antigua y tradicional casa, en el centro de la ciudad. Sus padres,
Aeryn y Jacob, en una época fueron personas con mucho dinero, gracias al
trabajo de su padre, contrabandista de armas. Una noche pillaron a su padre con
uno de sus trabajos ilegales, y lo condenaron a 60 años de cárcel; para cuando
cumpliera la condena, ya estaría muerto.
Después de ese golpe a su familia, cayeron en la pobreza, ya que su madre no
trabajaba y Jacob todavía era un recién nacido. Jacob a sus 6 años empezó a ver
como su infancia giraba en torno a muchas y desafortunadas desgracias.
Su madre, para poder traer a su casa un trozo de
pan y algo de beber, tuvo que trabajar en un burdel. Jacob, como no tenia edad
para quedarse solo, y no tenían dinero para que alguien le cuidase, tenía que
irse al burdel con ella y esperar a que su madre terminase su trabajo para
poder irse a casa. Al menos la señora que llevaba el motel le daba un vaso de
leche.
Una de las noches, mientras Jacob y Aeryn volvían a casa, fueron atracados por
un maleante; en ese momento ella no llevaba nada de valor, excepto el dinero
que había recaudado esa noche. Pero eso al atracador no le parecía suficiente, quería
llevarse algo más, y como no había nada más se enfadó y le cortó un trozo de
oreja al niño con una navaja roñosa y mohosa. Jacob chillaba y chillaba y su
madre lo llevo rápidamente al médico. El doctor le dijo que podría ser que no
sobreviviese, ya que al estar la navaja en tan mal estado, podría sufrir una
grave infección.
Así fue
como Jacob estuvo varias noches con fiebre y síntomas de infección, pero a las
dos semanas se curó, gracias a las medicinas y cremas del doctor.
A los 8 años Jacob fue recogido por la beneficencia y enviado
a un internado, ya que su madre no tenía suficientes fondos, para poder
mantenerlo. Allí se metería en muchas peleas, y no haría demasiados amigos.
A los 18 años salió del internado, y buscó
trabajo, pero antes intentó buscar a su madre. Por desgracia nunca la encontró.
Al ser bastante listo y espabilado lo contrataron de
prestamista. Trabajaba mucho y bien, así que a los 25 Jacob ya era bastante
rico, y consiguió ser el dueño de la empresa. Decidió que lo único que le
faltaba en su vida era una familia. Pero él era tan avaro que nunca encontró a
nadie con quien compartir su vida, y empezó a odiarlo todo, sobre todo a los
pobres.
A los 40
años encontró un ayudante, Ebenezer
Scrooge. Era como él, un hombre frío y avaro. Con el tiempo se convertiría en
su socio, y de algún modo en su único amigo.
A los 57 años, cuando estaba contando una montaña de
dinero, escuchó unos ruidos en la parte de atrás del local. Fue a mirar, pero
no había nada. Cuando volvió a su asiento lo volvió a escuchar, y fue de nuevo
a mirar, y cuando estaba delante de toda la oscuridad de la trastienda,
salieron dos niños asustándole.
Al viejo hombre le dio un infarto y cayó al suelo, dejando
toda su vida atrás.
Jacob
Marley 1812-1869